La hora de dormir es definitivamente una a la que muchos padres temen. Algo tan cotidiano como el hacer que duerman, en ocasiones se transforma en horas de negociaciones o discusiones para que finalmente ambos, papás y niños terminen agotados.
Una buena noche de descanso es clave en el desarrollo, crecimiento y disposición a aprender de los niños. Sin embargo, no todos concilian bien el sueño. Y es que mientras más temprana sea la edad en que los padres empiecen a favorecer la instalación de hábitos, los resultados serán más profundos y duraderos.
Sí los padres instalan rutinas de descanso y son persistentes desde los primeros meses de vida, los niños las vivirán de manera sana y natural.
7 recomendaciones para lograr que los niños duerman mejor
Hoy te entregaremos siete consejos fáciles de aplicar en tu rutina de día a día:
- Establecer horarios: Una buena idea es establecer horarios para las actividades previas al sueño, es decir, que tengan claro que hay una hora para jugar, comer y bañarse, entre otras actividades.
- Preparar el entorno: Antes de dormir es necesario mantener un ambiente de serenidad y disminuir el nivel de luz para crear un escenario más tenue. Así dormirán más relajados.
- Bajar el ritmo: Es fundamental disminuir la actividad una hora antes de irse a dormir y evitar que reciban estímulos directos del televisor, videojuegos o computador, durante este período.
- Preparar la cama: Es importante que los niños vean su cama como un lugar para dormir y la relacionen solo con los tiempos de tranquilidad y descanso. Por lo tanto, es preferible evitar actividades lúdicas y agitadas en este espacio.
- Importancia del baño: Un baño antes de que se vayan a acostar también los ayudará a relajarse y prepararlos para dormir. Esto será más efectivo si les hacemos un pequeño masaje.
- Leer antes de dormir: Resulta beneficioso leerles un cuento acompañado por algún miembro de la familia y en oportunidades que “jueguen a leer” solos, para después apagar la luz y dormir hasta el día siguiente.
- Elegir un objeto especial: Un peluche, un “tuto” u otro elemento que sea especial para el niño, pueden favorecer la conciliación del sueño en un contexto de tiempos y espacios seguros y estables, al momento de apagar la luz.
¡Ahora sí, a dormir!