Durante la noche del próximo sábado 4 de septiembre se deberá adelantar los relojes una hora en la mayor parte de Chile, para dar inicio al horario de verano. El cambio de hora se justifica para aprovechar mejor las horas de luz del día y así ahorrar energía.
Cuando sean 00:00 horas del domingo 5 de septiembre, deberá cambiarse a la 01:00, con la excepción de Magallanes y la Antártica Chilena que mantendrán su horario.
Revisemos los efectos que tiene el cambio de hora en los más pequeños
El nuevo horario puede provocar alteraciones de sueño y del estado de ánimo de los niños.
Lo más importante es ver el dormir como un hábito que debe trabajarse todos los días, buscando la forma de instalar rutinas que favorezcan el que los niños lo vivan de manera sana y natural.
El Jardín Vitamina nos preocupamos del sueño de los niños, por eso te dejamos algunos consejos:
Adelantar la rutina del sueño:
Es recomendable que los niños comiencen a acostarse más temprano los días previos al cambio de horario. Se sugiere que adelanten 30 minutos su rutina previa a dormir.
Realizar ejercicio durante el día:
Varias horas antes de dormir los niños deberían realizar una caminata o una visita a la plaza, esto los ayudará a liberar energías y conciliar mejor el sueño.
Bajar el ritmo:
Es fundamental disminuir la actividad una hora antes de irse a dormir y evitar que reciban la sobre información que conllevan la TV, los videojuegos o el computador durante este tiempo.
Importancia del baño:
Un baño antes de que se vayan a acostar también los ayudará a relajarse y prepararlos para dormir. Esto será más efectivo si les hacemos un pequeño masaje.
Preparar el entorno:
Ayudará a los niños a conciliar el sueño, que antes de dormir haya un ambiente de serenidad y con luz más tenue. En ese sentido, deben ver su cama como un lugar para dormir y relacionar exclusivamente con los tiempos de tranquilidad y descanso.
Leer antes de dormir:
Resulta beneficioso leerles un cuento acompañado por algún miembro de la familia y también, a veces, que “jueguen a leer” solos, para después apagar la luz y dormir hasta el día siguiente.
Elegir un objeto especial:
Un peluche, un “tuto” u otro elemento que sea especial para el niño, puede favorecer la conciliación del sueño en un contexto de tiempos y espacios seguros y estables, al momento de apagar la luz.