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¿El cambio de hora afecta la rutina de alimentación de mi hijo?

Dos veces al año tenemos que ajustar nuestros rejos por los horarios de invierno y de verano. ¿Qué efectos tiene este evento en los niños?

El reloj biológico de los niños puede tardar en ajustarse entre tres y siete días, provocando alteraciones en la vigilia del sueño, desorden del apetito, enfados, irritabilidad, desánimos o problemas de atención.

Lo recomendado los primeros días del cambio de hora es seguir dándoles sus comidas en la “hora antigua”, hasta progresivamente atrasarla al nuevo horario.

Revisemos en detalle los horarios de alimentación por edad:

  • De los 6 a 12 meses: debe acomodarse a las costumbres familiares progresivamente. Se usa mucho el siguiente esquema horarios: 7:00 – 11:00 – 15:00 -19:00 – 23:00 hrs.
  • De los 12 a 24 meses: es aconsejable incorporar cuatro tiempos de comida principales durante el día, desayuno, almuerzo, once y cena, suspendiendo las fórmulas artificiales en el horario nocturno, excepto que mantenga lactancia materna. Se puede incorporar una colación a media mañana, sólo si la alimentación va a tener un espacio mayor a 4 horas o si se la solicitan en el jardín infantil.
  • Desde los 24 meses en adelante: lo ideal es consumir 4 comidas establecidas en el día: desayuno, almuerzo, once y cena, y eventualmente una colación saludable.

Si quieres conocer otros efectos del cambio de horario en tu hijo te invitamos a leer este post.

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