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La educación parvularia desarrolla una serie de habilidades únicas

Las instancias educativas de alta calidad en menores de tres años son fundamentales, ya que éste es el período de mayor vulnerabilidad física, afectiva y cognitiva, donde el niño necesita de mayores estímulos y espacios favorables para su adecuado desarrollo.

La neurociencia ha demostrado los beneficios de la educación parvularia. Además la edad infantil es el momento ideal para el desarrollo de los aprendizajes. En esta etapa el cerebro se encuentra en un estado de adaptabilidad y maleabilidad incomparable con otros momentos.

Habilidades únicas para toda la vida

Una educación parvularia de calidad aporta entregando aprendizajes relevantes para toda la vida. Estos se pueden organizar de diferentes maneras, la más común refiere al desarrollo del pensamiento, el lenguaje comprensivo y expresivo. Para potenciarlos es necesario que las oportunidades que se les otorguen respondan a sus características, necesidades e intereses.

Un niño que vive la experiencia de la educación parvularia, desarrolla vínculos de confianza sólidos. Así, el niño va conociéndose y conociendo a otros, va identificando sus fortalezas y las de los demás. Refuerza su autoestima y el cariño por quienes le rodean. Aprende además a resolver conflictos en formas no agresivas, todo lo anterior le permite confiar en sus propias capacidades.

En resumen, la educación Parvularia:

  • El tiempo durante el cual se desarrolla la enseñanza inicial es entonces un período sensible que es una “ventana de oportunidad” en la que el cerebro está mejor y más dispuesto a ciertos estímulos y en condiciones especiales para aprender.
  • La educación inicial brinda oportunidades de convivencia, aprendizaje, así como la formación de individuos autónomos, responsables, críticos. Ofreciendo lo mismo para todos de acuerdo a las necesidades propias.
  • Relacionarse con otro da al niño una serie de aprendizajes paralelos como el respeto, la comunicación, la esperar y compartir. Lo anterior contribuye enormemente a su desarrollo y abren las primeras puertas para el inicio de la escolaridad.
  • Permite que los niños se desenvuelvan en espacios seguros, con adultos especializados para entregar los aprendizajes necesarios. Que a su vez favorece que los padres puedan compatibilizar roles en el hogar y en el trabajo.
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