Los primeros 5 a 6 meses de vida, los bebés solo necesitan leche materna o leche maternizada (fórmula láctea) para satisfacer todas sus necesidades alimentarias. En el post de hoy hablaremos sobre las fórmulas lácteas.
Las fórmulas para lactantes puede ser en polvo, líquido concentrado o presentaciones listas para usarse.
Tipos de fórmulas lácteas
Fórmulas a base de leche de vaca
Las leches de fórmula a base de leche de vaca representan alrededor del 80 % de la fórmula que se venden en el mercado. A pesar de que la leche de vaca es la base para esas leches de fórmula, la leche ha cambiado drásticamente para que sea más segura para los bebés.
Se trata por medio de calor y otros métodos que hacer que la proteína sea más digerible. Se añade más azúcar de la leche (lactosa) para hacer que la concentración sea igual a la que se encuentra en la leche materna, y se elimina la grasa láctea y se reemplaza con aceites vegetales y otras grasas que los bebés pueden digerir más fácilmente y que son mejores para el crecimiento del bebé.
Estas leches de fórmula fortificadas con hierro han reducido drásticamente el índice de anemia por deficiencia de hierro en la niñez en las décadas recientes. También, las nuevas fórmulas contienen ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido araquidónico (ARA), ácidos grasos , que se consideran importantes para el desarrollo del cerebro y los ojos de un bebé.
Fórmulas hidrolizadas
Otro tipo de leche de fórmula son las fórmulas extensamente hidrolizadas, que a menudo se les llama “predigeridas”, ya que la proteína ya ha sido descompuesto en proteínas más pequeñas que se pueden digerir más fácilmente.
Éstas se usan generalmente en el caso de alergia o cualquier otro problema digestivo.
Fórmulas a base de soya
Las leches de fórmula a base de soya contienen una proteína (soya) y carbohidrato (ya sea glucosa o sacarosa) diferentes de las leches de fórmula a base de leche.
Algunas veces se recomiendan para los bebés que no pueden digerir la lactosa, el principal carbohidrato en la leche de fórmula a base de leche de vaca, a pesar de que también está disponible una leche de fórmula a base de leche de vaca, simple, sin lactosa.
Paso a paso para preparar de manera segura la leche de fórmula
Ver la fecha de vencimiento
La leche en fórmula tiene 2 fechas de vencimiento, la primera es la fecha de vencimiento cuando el tarro permanece cerrado y otra es la fecha de vencimiento una vez que el tarro se abre. Es por eso, que lo que te aconsejamos que revises ambas y anotes en un lugar visible la fecha de vencimiento una vez que el tarro se haya abierto. Nunca puedes darle un producto vencido a tu bebé.
Lavarte las manos
Antes de preparar la leche de fórmula, lávate bien las manos con agua y jabón. Sécate bien las manos.
Preparar la mamadera
Antes de su primer uso, esteriliza la mamadera, los chupetes y tapas. Puedes hervirlos en agua durante ocho minutos, usar un esterilizador a vapor para microondas o un esterilizador a vapor eléctrico. Te recomendamos realizar éste proceso de manera semanal.
De manera regular lávalos con agua y jabón y deja que se sequen solos. Puedes usar un cepillo para biberón y para limpiar los pliegues y espacios pequeños.
Agrega agua a la leche de fórmula
Si usas leche de fórmula, tendrás que agregar agua. Sigue las instrucciones del fabricante sobre cuántos ml de agua usar e idealmente usa agua purificada.
Mide bien la cantidad de leche de fórmula
Para la leche de fórmula en polvo:
- Determina la cantidad de leche de fórmula que quieres preparar y sigue las instrucciones del envase. No deberías dejar preparada para más adelante, sino solo preparar la que vas a usar.
- Utiliza la graduación que la misma mamadera trae para medir la cantidad de agua que se necesita para completar el volumen de formula recomendada para tu hijo(a). Lo recomendado es agregar agua, luego el polvo y luego completar con agua el volumen total.
- Utiliza la cuchara medidora que viene en el envase de la leche de fórmula, según la cantidad de medidas recomendadas por cc de agua.
- Vierte la cuchara medidora con el contenido de leche en polvo, a la mamadera y agrega agua hasta completar volumen total.
- Pon el chupete y la tapa, y realiza movimientos circulares para homogenizar.
Este proceso es clave, ya que usar más o menos fórmula en polvo impacta directamente en los nutrientes que está recibiendo tu hijo en cada toma, por lo que debes ser cuidadosa/o.
