Luego de que un bebé ha sido amamantado por un tiempo y es hora de recurrir a la mamadera, ya sea por el uso de formula o la lactancia diferida, puede ser que le cueste acostumbrarse al uso de esta.
Acostumbrarse a la mamadera requiere su tiempo, por lo que no hay que esperar que suceda de inmediato. Este proceso, del paso a su uso, puede generar estrés y frustración tanto en ti como en el bebé. Acá te comentamos que puedes hacer para enfrentar esta situación.
Qué hacer para acostumbrar a tu hijo a la mamadera:
- Después de darle pecho ofrécele la mamadera: si estás pasando de la lactancia materna a la mamadera, ofrécesela justo antes de terminar la toma, ya que así el bebé estará más receptivo a seguir comiendo.
- Ayúdalo a familiarizarse: deja que juegue con ella, que la manipule y muerda, así se va acostumbrando a su textura.
- Deja que lo alimente otro: puedes intentar que otra persona, distinta a la que lo amamantó, se la dé. Ya que con quien lo amamantó, como ya va a estar acostumbrado, de seguro querrá pecho.
- Probar diferentes posiciones: hasta que el niño logre sentirse cómodo. Puede ser sentado en tu regazo, sentado en una silla o dándole de comer de frente.
- Prueba con diferentes temperaturas: puede ser que le guste la leche a una temperatura específica, probablemente sea una más cercana a la temperatura corporal.
- Usar una mamadera “parecida” al pecho: es importante tratar de emular la situación de cuando era amamantado. Hoy el mercado tiene un sinfín de productos.
Hay que tener en cuenta que cada bebé tiene su ritmo y para algunos les será más difícil acostumbrarse a su uso. Por esto es importante no compararse, tu bebé ya encontrará la forma de aceptarla en algún momento.