Al momento de incorporar la alimentación complementaria puede ser difícil que el niño acepte el cambio y que de inmediato se acostumbre a comer papillas. Si tu hijo no quiere comer lo más importante es tener paciencia, se irá acostumbrando.
Acá te contamos que puedes hacer para que este proceso sea más fácil tanto para ti como para tu hijo que no quiere comer.
Qué hacer si tu hijo no quiere comer papillas
- Ser constante: hay que ofrecerle la papilla todos los días, pero sin forzarlo. Dándole todas esas oportunidades el bebé se irá acostumbrando de a poco a su nueva rutina.
- Introducir alimentos de a poco: dale cada alimento nuevo de a uno a la vez, esperando unos días para que se acostumbre para luego presentarle uno nuevo. Así también vas determinando que alimentos le gusta y cuales no.
- Mezclar el alimento con leche: como tu hijo está acostumbrado a tomar leche, puede servirte que mezcles un poco de leche con la papilla, de esta forma se va acostumbrando a los nuevos sabores, hasta que puedas dejar de agregarle leche que es un sabor por él conocido.
- Respetar su hambre: no todos los niños tienen el mismo apetito todos los días, por lo que forzarlo a comer si no quiere comer solo va a resultar en un momento frustrante.
- Ambiente placentero: es importante que el momento de comer sea asociado a un momento agradable, para que así no genere una mala relación con la comida.
- Evitar distracciones: que el momento de comer sea para eso, no hay que intentar distraerlo con la televisión o el teléfono.
- Comer en familia: al poder comer con otras personas, es probable que tu hijo quiera comenzar a imitar a los demás. Es importante que este ejemplo sea con alimentos saludables, porque si ve que disfrutan las verduras, el también querrá comerlas.
La paciencia es esencial al momento de enfrentarse a un niño que no quiere comer. Ofrécele constantemente estos nuevos alimentos, pero nunca hay que forzarlo, ya que esto puede generar problemas en el futuro.