Alrededor de los 2 y 3 años es normal que a los niños les cueste interactuar con otras personas que no sean su cuidador o cuidadora. A un niño vergonzoso le puede ser más difícil hablar con desconocidos, prefiriendo jugar solo y su comportamiento es indiferente frente a otros.
Es importante que el niño entienda lo que es la vergüenza y porqué puede sentirla en ciertas situaciones, así podrá identificar sus emociones, permitiendo que las pueda manejar de mejor manera.
Algunos consejos si tu hijo es vergonzoso
- No hay que forzarlo: si es vergonzoso o más tímido es porque se siente más seguro con la gente más cercana a él, no hay que forzarlo a interactuar con gente que no conoce tanto.
- Aprender a reconocer su carácter: puede ser parte de la etapa o un rasgo distintivo del niño, pero es importante no avergonzarlo y dejar que decida cómo se siente más cómodo.
- Ser apoyo: hay que estar junto a él cuando se sienta más vergonzoso en ciertas situaciones, de a poco irá dejando de depender del cuidador o cuidadora.
- Refuerza sus intentos: coméntale qué bien se ha comportado interactuando con otros niños o gente que no conozca tanto.
- Ser modelos a seguir: si le muestras a tu hijo que tú también tienes vergüenza en algunos momentos, pero que sabes identificarla y manejarla, le será más fácil para el entender su propia emoción.
- Fomenta su autonomía: que haga ciertas cosas por si solo hará que se sienta más seguro, por lo que se sentirá menos vergonzoso.
Hay muchos niños que son vergonzosos de carácter y eso es normal, de a poco irá sintiéndose más seguro e irá desarrollando la habilidad de interactuar con otros.
Si notas que comienza a darle mucha ansiedad o angustia, es bueno que lo consultes con un especialista que te orientará de manera profesional.