Sabemos que la educación de las emociones es clave para la vida y como todo, debe comenzar desde que los niños son pequeños. Y como la mejor forma de aprender es por medio del juego, te dejamos algunos consejos prácticos para hacer manualidades con los niños en casa.
¿Cómo saber cuándo se trata de emociones o sentimientos?
A diferencia de los sentimientos, las emociones son temporales. Nos sirven para hacer frente a una determinada situación. Los sentimientos, en cambio, son más duraderos y están más vinculados a la reflexión.
¿Es posible enseñar a los niños a regular su emocionalidad?
Sí. La mayor parte de las conductas se aprenden, sobre todo de los padres, de los profesores y de las personas que rodean su entorno. Para conseguir que el niño aprenda a manejar adecuadamente sus emociones, es necesario que los padres y profesores cuenten con la suficiente información como para poder regular y controlar sus estados, y así facilitar que ellos los aprendan y desarrollen.
La importancia de educar la inteligencia emocional es inmensa. Así los niños podrán identificar cada una de las emociones, pero sobre todo, saber cuál puede aparecer ante una situación, dar nombre a una emoción y ubicarla en un contexto determinado. Esto les permitirá poder comunicarse mejor, reducir conductas agresivas, autorregularse sin exagerar o evitar, y por sobre todo desenvolverse de mejor forma en la sociedad.
Manualidades para poder educar inteligencia emocional a niños
- Caras con plasticina: para esta actividad solo necesitarás una hoja en blanco, un lápiz y plasticina. Lo primero es dibujar una cara sin rostro en papel. Puedes dibujar los ojos, pero el resto de la cara, con las correspondientes expresiones, lo deberán completar los niños con la plasticina. Puedes comenzar por las más básicas, como alegría, enojo y tristeza. Al finalizar pregunta a tu hijo/a que emoción es la que realizó, en qué momentos se ha sentido con esa emoción, para que poco a poco vaya adquiriendo mayor conciencia de las emociones.
- El puzzle de las emociones: para esta actividad necesitas papel y lápices. La idea es dibujar rostros con diferentes expresiones y luego cortarlos a la mitad. De esta forma los niños podrás formar diferentes caras que representen diferentes emociones simplemente combinando las piezas.
- Historia dibujada: si tus hijos son un poco más grandes, intenta crear una especie de cuento donde puedan ellos dibujar una historia que refleje cómo diferentes personajes manejan sus emociones. A veces resulta más fácil para los niños comprender las emociones a través de las experiencias de los protagonistas de la historia. Cuando a tus hijos les cueste manejar algunas situaciones emocionales, les puedes recordar cómo lo hicieron los personajes de sus historias.
¡Manos a la obra!