En promedio, 17 % de lo que consumen los niños a diario es azúcar, según datos de la Sociedad Americana de Pediatría. Una cifra no menor si analizamos sus efectos. ¡Revisémoslos!
Cómo afectan la salud los azúcares y edulcorantes
Para sobrevivir, nuestro cuerpo necesita un tipo de azúcar, llamada glucosa. La glucosa es el principal alimento del cerebro y es una fuente muy importante de combustible para todo el cuerpo. Sin embargo, no hay necesidad de añadir glucosa a la dieta, ya que nuestro cuerpo puede generar la glucosa que necesita al descomponer las moléculas de alimentos como los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas.
Algunos azúcares se encuentran naturalmente en los alimentos, como por ejemplo en las frutas, las verduras y la leche. Estas son adiciones saludables a tu dieta. Cuando comemos una naranja, por ejemplo, estamos recibiendo una gran cantidad de nutrientes y fibra dietética junto con los azúcares naturales.
Hoy el azúcar se encuentra en casi todos los alimentos que comemos, incluso en los que no son dulces y los ultraprocesados ( alrededor del 70% de los alimentos procesados contienen algún tipo de azúcar añadido).
Según los expertos, existe evidencia científica de que los azúcares libres y añadidos son el principal contribuyente al aumento de peso, la obesidad, la caries dental y otros efectos adversos para la salud.
Efectos del consumo abusivo de azúcar en el desarrollo de los niños
- Sobrepeso y obesidad. El consumo elevado de azúcar está directamente relacionado con el sobrepeso y la obesidad. También se relaciona con enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y problemas gastrointestinales o caries dentales.
- Alteraciones en el comportamiento. Hiperactividad, ansiedad y depresión pueden estar relacionados con el abuso de su consumo. Una investigación realizada por la Universidad de Colorado y publicada en Evolution and Human Behavior establece una relación entre comportamientos agresivos e impulsivos y trastornos como el síndrome de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y la ingesta excesiva de azúcar.
- Problemas de concentración, memoria y aprendizaje. Según un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.) realizado en ratas, una dieta muy rica en fructosa produce alteraciones en el cerebro, la memoria y el aprendizaje que dificulta la capacidad cerebral.
- Enfermedades cardiovasculares. un estudio publicado en la revista Journal of Nutrition determinó que las bebidas azucaradas, incluidas bebidas light y zumos envasados, podían vincularse a mayores riesgos de sufrir síndrome metabólico.