Muchos niños pequeños todavía no tienen el autocontrol necesario para poder frenar sus impulsos y frustraciones, por lo que a veces terminan actuando agresivamente. Con tu ayuda le puedes enseñar a tu hijo que estas frustraciones se pueden canalizar de otra forma.
Consejos para manejar a un niño agresivo
- Nunca ser agresivo devuelta: el castigo agresivo solo hará que tu hijo aprenda que está bien ese tipo de conducta, y la violencia nunca está bien ni permitida. El aprendizaje se produce por medio del ejemplo, por lo que procura no mostrar conductas agresivas frente a él.
- Los límites son necesarios: las normas para el niño deben estar claras, preocupándote de que entienda los límites es parte de una crianza adecuada, siempre creándolos desde el cariño y respeto.
- Refuerza la conducta positiva: un niño siempre responderá de mejor forma si es que se le alaba cuando actuó de buena forma, así se sentirá más inclinado a repetir este comportamiento, en vez de recurrir a la agresividad.
- Que gaste su energía: a veces los niños son agresivos porque tienen mucha energía que no saben canalizar, si le planteas actividades que le permitan gastar esa energía es menos probable que presente una conducta agresiva.
- Tratar de determinar la fuente: intenta saber por qué el niño actuó violentamente, quizás está cansado o se siente mal, lo que puede llevar a que sienta mayor frustración al momento de realizar actividades. De esta forma podemos cambiar el trato cuando un niño anda más sensible.
- Obsérvalo: mantente atento a la situación, para así poder frenar el comportamiento agresivo al momento en que se inicia. Esto sin estar siempre encima del niño porque puede generar mayor frustración.
Sé paciente, el desarrollo de un niño sucede de manera gradual, por lo que no te frustres con el niño si no demuestra cambios de inmediato. Hay que mantener la paciencia para poder manejar la situación de la manera adecuada.