Tu hijo ya cumplió su primer año de vida y llegó el momento de hacer algunos ajustes en su alimentación. De enseñarle unos buenos hábitos, comiendo todos los días a la misma hora en un clima tranquilo, a conocer nuevos ingredientes y más.
Las metas de la etapa de la incorporación a la comida del hogar son:
- Incorporarse a la mesa con el resto de la familia respetando horarios y alimentación variada, sana y equilibrada.
- Paso de alimentación molida a alimentación con mayor consistencia.
- Incorporar el hábito de consumo de ensaladas.
- Alimentación con sus propias manos y paulatinamente lograr el uso de cubiertos.
- Uso de vaso con boquilla.
- Incorporar el uso de cepillo de dientes, sin pasta dental, para el aseo bucal.
¿Sabes qué cantidad y cómo debes entregarle alimentos debe comer tu hijo en la etapa de incorporación a la comida del hogar?
- La cantidad a ofrecer en esta etapa debe ser; entre 30 a 50 grs de ensalada (1/2 taza), 250 g de plato de fondo (1 a 1 1⁄2 taza) y 100 ml (1/2 taza) de fruta en cada comida.
- Almuerzo y Cena deben incluir ensaladas ralladas y blanda, plato de fondo compuesto de alimento proteico (carne de vacuno, ave, pescado, legumbres) y cereal o leguminosas frescas (arvejas, choclo) o tubérculo (papa) y postre de fruta.
- Se recomienda ofrecer ensalada de verduras en los tiempos de almuerzo y cena desde los 12 meses, preferir las frutas frescas para el postre, preferir el agua para la sed, ofrecer pescado al menos 1 vez a la semana e incorporar legumbres dos veces a la semana, fomentando una alimentación saludable y evitando las golosinas dulces y saladas y los alimentos con el rótulo “ALTO EN” sodio, azúcares, grasas saturadas o calorías (energía) ya que estos alimentos generan rechazo de las comidas regulares y se asocian a obesidad, desarrollo de enfermedades no transmisibles, y caries dentarias, entre otros.
- Las preparaciones culinarias caseras son siempre preferibles a los alimentos más procesados.
- Si el niño(a) va a recibir colación, es recomendable que sea en base a frutas, verduras, lácteos y líquidos que no sean “ALTOS EN”.
- En esta etapa la velocidad de crecimiento disminuye, lo que produce un descenso relativo de las necesidades nutricionales, y una disminución natural del apetito.
- La erupción dentaria y la madurez de las funciones bucales, permiten que el niño(a) esté en condiciones de comer una alimentación de mayor consistencia, primero molida con tenedor y luego picada y en trozos, blanda.
- Solamente cuando el niño(a) tiene todos los molares (después de los 2 años) está en condiciones de masticar adecuadamente alimentos enteros, los que deben ser incorporados paulatinamente.
- Es recomendable a esta edad que el niño(a) coma con sus propias manos y paulatinamente lograr el uso de cubiertos redondeados y también es importante enseñarle a beber de un vaso, para hacerse autosuficiente. Ofrecer líquidos para beber de un vaso con boquilla.
- En esta etapa se debe incorporar el uso de cepillo de dientes, sin pasta dental, para el aseo bucal.
- Desde el año de edad, el niño(a) debe paulatinamente incorporarse a los hábitos y características de la alimentación familiar, respetando sus necesidades de alimentación y ciclo sueño-vigilia.
- Este momento debe constituir una experiencia de socialización positiva, sin reproches, castigos o imposiciones; es importante evitar manifestaciones negativas ya que esto puede influenciar las preferencias del niño(a).
- Es aconsejable incorporar cuatro tiempos de comida principales durante el día, desayuno, almuerzo, once y cena, suspendiendo las fórmulas artificiales en el horario nocturno, excepto que mantenga lactancia materna.
- Se puede incorporar una colación a media mañana, sólo si la alimentación va a tener un espacio mayor a 4 horas.