La música es llamada el “idioma universal” porque es un lenguaje simbólico y que compartimos todos, no importa en qué lugar del planeta vivamos.
Sus beneficios han sido ampliamente estudiados y se pueden relacionar a muchos ámbitos de nuestra vida. Por ejemplo, aprender a tocar instrumentos sirve para desarrollar habilidades psicomotrices, cantar canciones por su parte, promueve la ampliación del lenguaje y desarrollo de habilidades del pensamiento.
¿Y en los bebés? ¿Cuál es su efecto?
El impacto de la música en la estimulación temprana de las guaguas
Junto al lenguaje hablado, la música es una herramienta de aprendizaje de gran valor desde el comienzo de la vida.
Lo más importante a destacar es que la activación de las áreas auditivas del cerebro provoca el establecimiento de un mayor número de sinapsis (o conexiones neuronales) en esas áreas con lo que estás incrementando la futura habilidad auditiva de tu hijo, incluidas sus aptitudes musicales e idiomáticas.
9 acciones con las que podemos acercar a la experiencia musical a los niños:
Ya sean los propios padres o los educadores, hay formas muy sencillas de favorecer que los niños tengan cercanía con la música:
- Escuchar música durante el día. Activa en la mañana y más tranquila a medida que avanza la tarde
- Diversificar los tipos de música que se comparte con los niños. Una linda idea es mostrarles ritmos del mundo y en diferentes idiomas.
- Cantar a y con los niños distintas canciones, de modo de seleccionar luego aquellas que parezcan ser sus favoritas.
- Utilizar la melodía de canciones que disfrutan.
- Jugar a cambiar la letra de las canciones, con el fin de transmitir distintos mensajes.
- Crear instrumentos musicales con materiales de desecho, procurando siempre que no impliquen riesgos para los niños.
- Disfrutar juntos de conciertos o espectáculos musicales.
- Bailar con los niños distintos tipos de música, usando por ejemplo elementos de apoyo como cintas y pañuelos (siempre con supervisión de adultos).
- Participar de juegos cantados (danzas) y rondas sencillas.
Lo importante es mantener este estímulo a lo largo de la crianza e incorporarlo como una herramienta de comunicación, apego, aprendizaje y expresión.