Es importante que los niños duerman bien por la noche porque el sueño les ayuda a aprender, a concentrarse y a controlar su comportamiento y sus emociones.
No importa la edad, los niños necesitan tener una rutina para acostarse. Revisemos los consejos para poder fomentar buenos hábitos de sueño en los niños.
Piezas buenas para dormir
Las piezas tienen que ser “buenas para dormir”. ¿Qué significa eso? Debe ser oscura y no distraer demasiado.
Para una mejor calidad de sueño, deben ser frescas y cómodas. La cama solo debe usarse para dormir. Los niños, especialmente cuando van creciendo, usan sus camas para todo, incluso hacer las tareas y mirar televisión.
Ser constantes
A veces el mayor obstáculo para que los niños duerman es la falta de constancia de los adultos. Una vez que hayan establecido una rutina como familia, apéguense a ella. La previsibilidad no solo es relajante, sino que la advertencia incorporada le da la oportunidad de adormecerse por sí misma, antes de que sea repentinamente “hora de acostarse”.
Seguir una rutina no significa que no puedas ser flexible. Es más probable que los niños cooperen saben que a veces la rutina puede ser levemente modificada, así que considera la posibilidad de incluir cierta flexibilidad en el calendario, por ejemplo los fines de semana.
Su cama, no la tuya
Uno de los mayores trastornos del sueño es la tendencia de algunos niños a ir a la cama de los papás en la mitad de la noche. Si tu hijo se despierta en medio de la noche, llévalo a su cama lo antes posible. A los niños les gusta tener estas interacciones nocturnas con los padres.
Para los niños que realmente dependen de esa comodidad y que no se van a quedar dormidos sin ella, es mucho mejor que los padres acompañen a los niños a su pieza y luego se sienten en una silla junto a la cama para hacerles compañía hasta que se duerman.
Si tu hijo tiene serios problemas para quedarse dormido y la higiene del sueño no funciona, siempre es una buena idea consultar un pediatra.
