El gateo es un hito del desarrollo esencial para la maduración del bebé. Le permite explorar su entorno, desarrollar mayor autonomía y trabajar la motricidad. Además, el gateo es clave para, en un futuro, el aprendizaje de la escritura.
Porqué el gateo es clave para aprender a escribir
- Gatear ayuda con la coordinación mano-ojo: al gatear, el niño, va enfocando la mirada donde debe poner las manos o las rodillas, así estableciendo una coordinación en la distancia mano-ojo similar a la que se utiliza para escribir o leer.
- Se generan conexiones entre los dos hemisferios: al tener que usar las manos y rodillas de cada extremo de manera simultánea, los dos hemisferios se coordinan. Esto le facilitará el poder escribir en un futuro.
- Ayuda a la integración sensorial y la madurez del sistema nervioso: al usar la palma para apoyarse al gatear permite que se desarrolle la sensibilidad en esta para ayudarlo en el futuro con el control del trazo en la escritura.
- Desarrollo de la estabilidad de los hombros y las muñecas: al gatear, ambas partes del cuerpo son esenciales por lo que se van desarrollando con este movimiento. A la vez, estas en el futuro son esenciales para la motricidad fina que se utiliza al escribir.
- Desarrollo de la conciencia espacial: el gateo le permite al niño moverse por su entorno para interactuar con él, por lo que va aprendiendo del espacio y las distancias. Esto lo ayudará con la lectura y la escritura.
Cómo estimular el gateo en tu hijo
Es probable que el gateo aparezca naturalmente entre los 7 y 10 meses de vida, pero hay cosas que los padres pueden hacer para estimular que sus hijos gateen.
La más importante es dejar que tu hijo juegue de “guata”, lo que le permitirá ir de a poco explorando el entorno y ejercitando sus músculos hasta que finalmente logre gatear.
Hay bebés que pueden saltarse esta etapa, pero ante cualquier duda es mejor que consultes con el pediatra de tu hijo.
Para más información y tips para el gateo, lee este post.