El terror de todos los padres es que uno de sus hijos se atore o sufra un atragantamiento con algún alimento o juguete y comience a asfixiarse. Lo más importante es estar preparado y saber qué hacer en caso de que esto ocurra, ya que una atención inmediata puede ser determinante.
Aunque uno pensaría que los niños menores de 4 años son los que corren más riesgo, la verdad es que los mayores también pueden atorarse. Hay muchas comidas, que si no son bien masticadas podrían ser peligrosas, tales como hot dogs, trozos de carne muy grandes, uvas, zanahorias crudas, caramelos muy duros, que pueden quedarse atascadas en las vías respiratorias (o tráquea), impidiendo que el oxígeno llegue a sus pulmones y también al resto del cuerpo.
¿Qué hacer en caso de asfixia por atragantamiento?
Lo primero que debes revisar es si aún puede hablar o puede toser fuerte. Si este es el caso no hagas nada. La tos del niño es mejor que cualquier golpe en la espalda o compresión abdominal (maniobra de Heimlich).
De todas formas llama a un número de emergencia, ya que una obstrucción parcial de las vías respiratorias podría convertirse en una obstrucción total.
¿Cuándo hacer la Maniobra de Heimlich?
Si tu hijo no respira en lo absoluto, o si está muy pálido y con tos muy débil llama a una ambulancia. En el intertanto comienza la maniobra de Heimlich.
- Si el niño está consciente y sentado o de pie, ponte detrás de él y rodea con tus brazos la cintura del menor. Pone el lado del puño correspondiente al pulgar en el centro de su abdomen, justo debajo del extremo inferior del esternón.
- Luego toma ese puño con tu mano libre, presionando hacia dentro con compresiones rápidas y ascendentes.
- Repite las compresiones hasta que el objeto sea expulsado o hasta que el niño comience a respirar o toser.
¿Cuándo realizar la técnica de Tracción mandibular y levantamiento de la lengua?
Si el niño está inconsciente, acuéstalo en el suelo boca arriba e intenta realizar la técnica de tracción mandibular y levantamiento de la lengua. Este es el paso a paso:
- Abre la boca del niño con el pulgar presionando la lengua y los otros dedos rodeando la mandíbula. Esto hará que la lengua se aleje de la parte posterior de la garganta, pudiendo despejar un poco las vías respiratorias.
- Si puedes ver el objeto extraño, intenta retirarlo “barriéndolo” con un dedo hacia un lado; hazlo con cuidado, ya que podrías empujar el objeto aún más abajo en las vías respiratorias y provocar otra obstrucción.
Si con el paso anterior no ha vuelto la respiración, sigue los siguientes pasos:
- Inclina la cabeza del niño hacia atrás y levántale la barbilla.
- Luego pon tu boca sobre la del niño, cierra la nariz apretando con los dedos y dale 2 bocanadas lentas de aire que duren 1 segundo y medio a 2 segundos cada una.
- Si esta técnica no da resultado, vuelve a realizar la maniobra de Heimlich. Arrodíllate a los pies del niño y pon la base de la palma de una de tus manos en la línea media entre el ombligo y la caja torácica. Luego coloca la otra mano sobre la primera. A continuación, presiona firme pero suavemente en el abdomen y realiza seis a diez compresiones rápidas hacia adentro y hacia arriba.
Repite los pasos anteriores: la “barrida” con el dedo, las bocanadas de aire lentas y las compresiones abdominales, hasta que el niño comience a respirar o llegue la ayuda de emergencia.
¿Cuándo realizar Reanimación cardiopulmonar (RCP)?
La reanimación cardiopulmonar solo se usa cuando el niño no tiene pulso, de forma que la sangre siga fluyendo hacia el cerebro, el corazón y otros órganos vitales. El RCP consiste en:
- Respiración boca a boca, la cual provee oxígeno a los pulmones del niño.
- Compresiones cardíacas, las cuales mantienen la sangre del niño circulando.
El paso a paso del RCP es así:
- Arrodíllate al lado de la víctima.
- Abre la vía aérea elevando el mentón. Extiende la cabeza y levanta el mentón con los dedos.
- Acerca tu oreja a la boca y nariz del niño.
- Apoya al medio del tórax solo el talón de una mano.
- Inclínate hacia delante de tal manera que tus hombros queden encima de tu brazo y mano.
- Aplica 30 compresiones a una frecuencia de al menos 100 por minuto.
Debes dejar que el tórax regrese a su posición entre compresiones, sin despegar la mano del tórax. La profundidad de las compresiones es de un tercio del diámetro del tórax (al menos 5 cm). - Después de las 30 compresiones iniciales, coloca tu boca sobre la boca del niño y ciérrale la nariz con los dedos. Mantén su cabeza extendida y el mentón elevado.
- Aplica 2 respiraciones cortas. Asegúrate de que el tórax se expanda cuando insufles aire.
- Continúa así hasta completar 5 ciclos de 30 compresiones por 2 ventilaciones.
- Si el niño tose o se mueve, detén las maniobras y gíralo hacia un costado, en la posición de recuperación, por si vomita. Mantén supervisión continua hasta que llegue la ayuda.
- Si no responde, continúe con las maniobras hasta que llegue el personal de rescate.
¡Recuerda compartir este paso a paso para saber cómo actuar en caso de atragantamiento!