A partir de los 6 meses de edad de tu hijo puedes comenzar a introducir la alimentación complementaria, ya que a esa edad su organismo está lo suficientemente maduro para poder procesar los nuevos alimentos.
A partir de los 6 meses los lactantes ya comienzan a mostrar interés por otros alimentos, en la mayoría de los casos ya logran mantenerse sentados con ayuda, pueden expresar -con gestos- si tienen hambre o ya se encuentran saciados, y además han perdido el reflejo de extrusión (esto es, el reflejo que les hace echar la comida fuera de la boca). Por eso es el momento preciso para que prueben la fruta.
Cómo ofrecer fruta
- De forma individual: ofrécele la fruta de a poco, para que se vaya acostumbrando a los sabores y así, además puedas reconocer alergias e intolerancias que pueda tener tu hijo.
- No añadas alimentos dulces: esto hará que acepte la fruta solo por su sabor. Si algunas frutas son rechazadas al principio hay que tener paciencia, todo es cuestión de costumbre. Puedes volver a ofrecerla nuevamente en un par de semanas.
- Evita el jugo de frutas: los jugos tienen muchos nutrientes, pero pierden la fibra propia de la fruta entera, por lo que su valor nutricional es inferior. También, al ser jugo es probable que se consuma mayor cantidad de fruta de la necesaria, lo que puede contribuir a una ganancia de peso. Además, el jugo aumenta el riesgo de caries por su contenido de azúcar.
- Primero molida: recuerda que en un comienzo debes ofrecer la fruta en formato molido y luego con bastante supervisión de un adulto, en otros formatos gradualmente.
Diferentes Frutas a ofrecer y su formato:
- Manzana: la manzana es rica en vitaminas, minerales y fibra, por lo que es ideal para tu bebé. Esta puede darse rallada o cortada en rodajas muy finas.
- Plátano: es una fruta que suele gustarle a los bebés y además es una gran fuente de energía. Este puede ofrecerse entero o aplastado con un tenedor para hacerlo papilla.
- La naranja o mandarina: por el gran aporte de vitamina C que tienen, ayudan a reforzar el sistema inmunológico. Esta se puede ofrecer en gajos cortados por la mitad para que el niño lo chupe.
Además están comenzando a salir las frutas de verano, como el melón, la sandía y la ciruela, que puedes cortar en trozos grandes y ofrecérselas a tu hijo para que las tome solo y las chupe, siempre con tu supervisión. Aprovecha de compartir con él y aliméntate tú también con fruta, si te ve comer se sentirá más inclinado a probarlas.
