¡La alimentación, tanto de niños como de adultos está siempre rodeada de mitos! Y lo que sirve para una familia, no necesariamente es práctica o útil para otra. Por eso en estas publicaciones iremos derribando mitos comunes en torno a ella.
No existe una única manera de alimentarse saludable, ya que esto depende de múltiples factores entre los cuales se encuentran principalmente; la etapa del ciclo vital, patologías, género, nivel de actividad física, creencias y culturas. Todos estos factores individualizan las necesidades y determinan lo que es sano para cada individuo o grupo de individuos con factores en común.
Derribando mitos de la alimentación infantil: los niños no necesitan comida especial
Tal como todos tenemos comidas predilectas, los niños también tienen inclinaciones hacia sabores, colores, texturas o preparaciones especiales. En este sentido es clave, que como padre, vayas incorporando a su dieta los alimentos recomendados de acuerdo a su edad, para así acompañar el proceso de adaptación y aprendizaje, guiándolos en la incorporación de hábitos de alimentación saludable a temprana edad.
Un aspecto a tener en cuenta es la aparición de la neofobia alimentaria, en palabras sencillas, el rechazo natural a probar nuevos alimentos.
La neofobia es normal, pero la buena noticia es que es fácil “vencerla”, con tranquilidad y con exposición. Si es que existe rechazo de un alimento siempre la mejor manera de reaccionar será no insistir, para no generar ansiedad. Debemos saber también que un rechazo no significa que no le gusta, significa que no lo conoce y que debemos exponerlo nuevamente y de manera natural, quizás probando una presentación diferente para lograr que por juego y exploración decida comerlo.
Consejos para que tu hijo tenga una buena alimentación
- Conocer cuáles son los alimentos y preparaciones que corresponde incluir dependiendo de la edad para seguir la pauta y no retrasar su aprendizaje alimentario.
- Reconocer el proceso de incorporación de nuevos alimentos como gradual y no desesperarse si no logramos hacer que pruebe o coma totalmente un nuevo alimento o preparación.
- No premiar ni castigar, el proceso de aprendizaje alimentario debe ser percibido como un juego de exploración natural, incentivado y guiado pero no presionado ni obligado.
- Siempre es bueno dar el ejemplo y exponer a los niños a los alimentos nuevos y sanos aumenta las probabilidades de que naturalmente quieran probarlos.
- Si queremos lograr la incorporación de hábitos de alimentación saludable, es aconsejable hacerlo a temprana edad y retrasar lo más posible la exposición a alimentos no saludables hasta que la variedad de alimentos en su dieta sea completa.
Comida: ¿Qué, cómo y cuándo?
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