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Cómo ayudar a nuestros hijos a conocer sus emociones

¿Qué son las emociones?

Las emociones son señales de nuestro cerebro que se sienten en el cuerpo. Todas las emociones nos aportan algo, es fundamental tener claro que no existen las emociones buenas o malas, culturalmente las emociones que nos causan una sensación desagradable son rechazadas, se nos ha enseñado históricamente a reprimirlas y negarlas, el problema no está en las emociones sino en lo que hacemos con ellas. Cómo las gestionamos determina los efectos que van a tener sobre nuestro bienestar y el de los demás

Para poder gestionarlas de manera asertiva, es muy importante conocer y aprender a identificar las emociones para luego poder aprender a regularlas. 

¿Cómo puedes enseñarle a tu hijo sobre las emociones?

El simple hecho de observar lo que siente tu hijo y otras personas y comentarlo sin juzgar les enseña a los niños a identificar las emociones en ellos mismos y en los demás.

Cuando hables con tu hijo sobre las emociones, hazle preguntas que le ayuden a aprender mediante la reflexión:

  • “Cómo te sentiste realizando esta actividad” 
  • “¿Cuándo te sientes triste, en que parte del cuerpo sientes tu pena?
  • “Si te sintieras enojado con un amigo, ¿qué podrías hacer?”
  • “En el cuento el osito cuando está enojado respira profundo para calmarse, ¿a ti que te ayuda a calmarte cuándo estás enojado?

Cuando los padres consideran que las emociones forman parte de una vida humana saludable y hablan de ellas y las modelan de manera positiva, los niños pueden aprender a reconocer y gestionar una amplia gama de emociones.

Cuando tu hijo comienza a hablar sobre sus emociones, está dando el primer paso para aprender a manejar su comportamiento.

Cómo fomentar un vocabulario emocional en los niños

Existen cerca de 500 emociones, pero las primeras emociones que hay que trabajar con los niños son las siguientes:

  • Miedo: se trata de la inseguridad adelantada ante peligros/amenazas imaginarios o reales. Genera comportamientos positivos, pues me motiva a actuar con precaución, nos enseña a protegernos y cuidarnos. Sin embargo, debe controlarse para que no se convierta en un temor excesivo.
  • Alegría: sentimiento de placer ocasionado por un suceso favorable, persona, cosa o deseo. Impulsa a la acción, al afecto y agradecimiento.
  • Tristeza: sentimiento de dolor que puede estar asociado a una pérdida real o imaginaria. En lo positivo ayuda a procesar el dolor, me conecta con lo que es importante para mí. 
  • Ira: aparece cuando yo juzgo que hay algo injusto que me pasó. En lo positivo me ayuda a poner límites, a cuidar mi espacio. 
  • Asco: es el desagrado hacia alguien o algo. Generalmente, a los niños les producen asco algunos alimentos; esto hace que los rechacen y no quieran comerlos.
  • Sorpresa: es la sensación de asombro; ayuda a comprender cosas nuevas y lo motiva a buscar respuestas y soluciones.

Los niños aprenden a usar correctamente las palabras que escuchan en su cultura y familia. Por eso, cuando los padres hablan de una amplia gama de emociones, los niños aprenden a comprender sus propias emociones y las de otras personas. Para esto, compartimos un cuadro con algunas emociones para que las agregues a tu vocabulario:

Cómo ayudar a nuestros hijos a conocer sus emociones

Además, te sugerimos que durante el día, busques oportunidades para reconocer los sentimientos de tu hijo incluyendo un vocabulario emocional amplio:

  • “Pareces frustrado”.
  • “¡Estás saltando! ¡Debes estar emocionado!”
  • “Entiendo. Te sientes más seguro cuando sabes exactamente lo que va a pasar. Yo también.”
  • “¡Te escucho! ¡Realmente no te gustan las espinacas, veo que tu aspecto no te agrada”.

Como trabajamos las emociones en Vitamina

Para Vitamina, el trabajo de las emociones es igual de importante que el trabajo cognitivo, entendiendo que un niño que se sienta acogido y comprendido emocionalmente desarrolla un interés por el aprendizaje.

Durante los distintos periodos y actividades trabajamos las emociones con los niños, incluyendo preguntas y actividades puntuales que le permitan a los niños conocer de manera gradual las emociones básicas (miedo, asco, tristeza, ira, alegría y sorpresa), esto con actividades articuladas con el principio del juego, donde el aprendizaje se desarrolla a través de canciones, cuentos, psicomotricidad y vocabulario emocional, enfocando la intención educativa, del adulto, en la orientación para el conocimiento de las emociones de todos los niños y niñas.

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