Uno de los grandes temas que muchos papás primerizos deben resolver es quién cortará las uñas de su guagua. Y decimos grande porque sus manos son tan chiquititas que no es fácil y a muchos les da miedo pasar a llevar alguno de sus dedos y hacer una herida.
Las uñas de recién nacido
Al nacer, los bebés tienen las uñas largas y quebradizas, por lo que tienden a romperse de forma irregular hasta más menos la tercera semana de vida cuando se hacen más resistentes.
Es por esta razón que los rasguños y heridas son algo muy común en esta etapa, pero estas no tienen mayor importancia y se curan espontáneamente. Lo más recomendado para el principio es limar las uñas del bebé con cuidado intentando no dejar puntas que les hagan daño cuando se rasguñen.
Sumado a lo anterior, las uñas están muy pegadas a la piel, haciendo de la tarea del corte un poco difícil ya que se puede confundir la zona del dedo con la zona “libre”.
Paso a paso para cortar las uñas del bebé de forma segura
- Lo primero es elegir un corta uñas infantil o tijeras de bebé con punta roma.
- Preferir un momento donde tú y el bebé estén relajados, puede ser después del baño, o mejor aún, cuando esté durmiendo. Si le produce miedo es mejor dejarlo para otro momento.
- La uña debe quedar un poco por encima del borde de la piel.
- Nunca cortarlas redondas ya que se pueden encarnar. Lo mejor es dejar las esquinas cuadradas y luego limar los bordes para evitar rasguños. Puedes poner un poco de crema hidratante en sus manos al terminar.
- En caso de que pases a llevar la piel y se produzca un corte (¡a quién no le ha pasado!), bastará con presionar con una gasa sobre la herida y dejarla al aire. No usar parches curitas para evitar el riesgo de asfixia en caso que el bebé se la quite y la lleve a la boca.