Lo primero que debemos tener en cuenta es que los niños no nacen sabiendo manejar sus emociones. Esto constituye uno de los tantos aprendizajes que deben lograr, como aprender a caminar, a hablar o a sumar (Cardemil. A. Apego Seguro).
El desarrollo de las emociones es un camino de aprendizaje que tiene como punto de partida “la infancia”. Ayudar a nuestros niñas y niños a conocer, identificar, gestionar y regular sus emociones desde una edad temprana, les ayudará a tener un desarrollo emocional saludable, tal y como explica la psicóloga Clara Aladrén Bueno:
“Los niños tienen que aprender a pensar antes de actuar, a controlar su agresividad y su ira, a identificar por ejemplo cuando están tristes o contentos… Y todo esto se consigue educándolos emocionalmente desde pequeños. Solamente así serán más felices y sabrán adaptarse a las diferentes situaciones por las que les irá llevando la vida”.
En los primeros años de vida, las estructuras cerebrales que regulan las emociones y la conducta no solo están condicionado por factores biológicos, sino que también por ambientales. La mejor estimulación que se le puede brindar a un niño para que estas estructuras se desarrollen bien es ayudarlo a conocer sus emociones.
Esto convierte a los primeros seis años de vida en lo que se conoce como periodo sensible para el desarrollo de la regulación emocional y conductual. Esto significa que no hay otro momento en la vida en que el cerebro estará tan abierto a la acción formativa del medio ni en mejores condiciones para aprender a regular las emociones (Céspedes, A. (2007) Cerebro, Inteligencia y Emoción).
En Vitamina aprender a trabajar las emociones es igual de importante que el aprendizaje cognitivo, durante esta semana estaremos trabajando distintas actividades como: cuentos, canciones, actividades de movimiento, paneles de emocione y otras para seguir desarrollando un aprendizaje socio emocional en niños y niñas.
Actividades para el Mes del Niño
Durante el Mes del Niño estaremos haciendo talleres y actividades relacionadas a las emociones. A continuación te mostramos un par que puedes replicar en casa.
Descubre el frasco de la calma para que tu hijo se relaje
El frasco de la calma es un frasco o botella relleno de brillantina y agua que está pensado para ayudar a los niños a reducir los estados de ansiedad y/o enojo. También sirve para estimular la concentración y la atención selectiva.
Mientras el niño lo agita, se liberan sus tensiones emocionales acumuladas y, cuando éstas se reducen y el niño deja de mover el frasco, el efecto de la brillantina bajando lentamente ejerce una acción relajante adicional que elimina todo rastro de enojo o ansiedad.
¿Quieres aprender cómo se hace? ¡Sigue leyendo!
Paso a paso para crear un frasco de la calma
- Una botella de plástico, preferentemente transparente y que no tenga etiquetas.
- Escarcha o brillantina, lo ideal es que sea de tonos claros porque son más relajantes.
- Pegamento glitter o transparente.
- Agua de la llave tibia.
- Colorante alimenticio para darle color al agua.
- Una cuchara sopera y otra de postre.
Pon el agua tibia dentro de la botella agua templada. Luego pon un poco de pegamento ya mezclado con la escarcha dentro y remueve bien.
Añade una gota de colorante alimentario del color que más le guste a tu hijo y vuelve a remover. El último paso es cerrar la botella y listo! La puedes sellar con silicona para que tu pequeño no la vaya a abrir.
¿Cómo utilizo el Frasco de la Calma?
Cuando el niño este experimentando una emoción de desagrado (enojo, frustración, etc.) invítalo a que observe la botella, mientras el niño lo agita, se liberan sus tensiones emocionales acumuladas y, cuando éstas se reducen y el niño deja de mover el frasco, el efecto de la brillantina bajando lentamente ejerce una acción relajante.
Cuando esté calmado, invítalo a que nuevamente agite la botella y observe como se agita de forma descontrolada los elementos que están en su interior, así mismo están sus emociones cuando el está enojado, frustrado o con rabia.
Lee con tus hijos El Monstruo de Colores de Anna Llenas
El monstruo está hecho un lío, todas sus emociones están revueltas y está confundido, pero ¡que suerte! su amiga lo guiará para reconocer y dar un color diferente a la alegría, la tristeza, el enojo, el miedo y la calma, y lo guiará para comprender cómo se sienten, para luego poder guardar cada emoción en un lugar especial.
Panel de las Emociones
El objetivo del Panel de emociones es ayudar a los niño/as conectar y tomar conciencia de sus emociones y las de los demás.
Materiales:
- Libro “El monstruo de colores” (Descarga aquí)
- Un soporte (cartón, madera, pizarra, cartulina, etc.)
- Láminas de emociones: Alegría – Tristeza – Rabia – Miedo – Calma
- Papel lustre
- Tijeras
- Pegamento
- Plumón
Cómo lo hago:
- Descarga e imprime el cuento “El monstruo de colores”
- Descarga e imprime las láminas de emociones
- Elige un lugar cómodo y seguro para poder realizar la actividad junto a tu hijo/a.
- Lean el cuento en familia.
- Una vez finalizado el cuento, invita a tu hijo a elaborar juntos el panel de emociones
- Elije un soporte plano (del material que más te acomode), luego invita a tu hijo a observar las imágenes de las emociones (previamente impresas) pregúntale que pueden estar sintiendo esos niños, nombrando cada emoción.
- Peguen las imágenes de las emociones y/o del monstruo de colores sobre el soporte y luego escriban la emoción que corresponde a cada una de ella.
- Una vez finalizado el panel, invítalo a elegir un lugar de la casa en donde puedan colocarlo para el uso diario
¿Cuándo utilizo el panel?
El panel se puede utilizar en cualquier momento del día, invitando a tu hijo a identificar la emoción que pueda estar viviendo. Ejemplo:
- Al inicio del día pregúntale a tú hijo ¿cómo te sientes hoy? e invítalo a que identifique su emoción en el panel, una vez que elija una de las emociones pregúntale: ¿por qué se siente así?
- Al momento de un conflicto o desborde emocional invita a tu hijo a que identifique que estaba sintiendo en el panel para que luego puedan conversar de lo qué provocó esa emoción.
Con el uso de este panel, las habilidades que se potencian en los niños/as son:
- Emocionales: conocer, identificar, gestionar y regular emociones
- Sociales: comunicación y empatía
- Cognitivas: Imaginación y creatividad
Recuerda: escuchar atentamente a tu hijo cuando este usando el panel y expresando lo que esta sintiendo, no invalides su emoción con frases como: “señalaste que estás triste, que fome, tienes que estar contento” y por último tú también utiliza el panel para expresar a tu hijo como te sientes en las distintas situaciones del día.