El desarrollo de las emociones es un camino que no termina y que siempre tendrá algo nuevo que enseñarnos. Pero se trata de un viaje de aprendizaje y autoconocimiento que tiene un punto de partida: la infancia. Ayudar a nuestros niñas y niños a conocer, comprender y regular sus emociones desde una edad temprana, los ayudará a tener más y mejores herramientas para toda su vida. Sin duda, una tarea sumamente difícil para la cual ningún padre ni madre tiene la receta perfecta.
“Nadie es perfecto” es el nombre de un taller que imparte el programa Chile Crece Contigo, que busca entregarle a papás y mamás habilidades para la crianza de niños entre los 0 y 5 años de vida. Según este taller, en este momento de su vida, los más pequeños necesitan 3 elementos básicos para su desarrollo afectivo: Sentirse protegidos, es decir, que nadie les hará daño. Sentirse amados, a partir de muestras de afecto incondicional por parte de sus cuidadores. Y por último, sentirse seguros: saber que cuando necesiten consuelo o cuidado, lo recibirán.
En sus primeros años, aprenderán observando el comportamiento y el trato de sus cuidadores. Es por eso que cómo los tratemos y cómo vean que tratamos a nuestros pares, tendrá una gran influencia en cómo ellos aprendan a ser con ellos mismos y los demás, y también, a confiar (o desconfiar) de quienes los rodean. “Si les elogian y estimulan, aprenderán que pueden hacer las cosas que les propongan (…) Si les hacen comprender que los aceptan y quieren, aprenderán a querer a los demás”, explican en el documento que resume el taller que puedes descargar aquí.
El mismo programa, también resume 7 consejos claves para potenciar las habilidades sociales y emocionales de niños y niñas:
- En sus primeros meses, acoger y calmar el llanto de tu guagua es el primer ladrillo de la seguridad emocional futura.
- Poner nombre a sus emociones, aunque aún no puedan hablar por sí mismos. “Estás enojada porque se rompió tu juguete” o “Te dio pena que el niño no quisiera jugar contigo”.
- Modela con el ejemplo, expresando tú mismo tus emociones y mostrándoles cómo logras sentirte mejor sin dañar a otros.
- Los abrazos y regaloneos no son sólo para bebés, el cariño es una estrategia muy efectiva para hacerlos sentir acogidos.
- Si les cuesta hablar de emociones en la familia, usen películas que les gusten para hablar de lo que le pasa a sus personajes. (Sobre este punto volveremos más abajo)
- Asegúrate de decirle que siempre puede contar contigo y decirte si está mal o necesita ayuda. Entrégale tu atención siempre que la pida.
- Enséñale a ver debajo de la rabia: Detrás de cada persona irritable o alterada, hay sufrimiento o emociones mal gestionadas. Permite a tu hijo mostrar pena, vergüenza, miedo o ansiedad.
Criar niños emocionalmente seguros, creará adultos más felices y capaces de resolver problemas en el futuro. Una tarea que sin duda puede sonar abrumadora, pero que a través de pequeños gestos puede ayudar a nuestros niños a entender mejor las emociones. Y es de esto precisamente que trata la galardonada película “Intensamente”, de Pixar. Si tu hijo ya tiene 4 años o más, te recomendamos ver y conversar sobre esta película junto a ellos. Porque nombrar, conocer y verbalizar nuestras emociones es un trabajo difícil incluso para adultos y ancianos. ¡Mientras antes comencemos, mejor!