A veces es difícil saber que hacer o decir cuando un niño está llorando, para esto es mejor descubrir el motivo que ha desencadenado ese estado de ánimo, para poder decidir cómo consolar al niño.
El abrazar a tu hijo y consolarlo no tiene nada que ver con malcriarlo, es importante tomarse en serio el dolor que puede sentir tu hijo y ayudarlo a procesar sus emociones. Consolar es reconocer el sentir de tu hijo y apoyarlo cuando lo necesita, para que crezca a partir de los problemas.
Consolarlo cuando tiene pena:
- Reconocer la tristeza: hay que explicarle al niño que la pena es una emoción natural, que todos y todas la sentimos en distintos momentos.
- No ocultes tu tristeza: cuéntale a tu hijo las razones de porque a veces te sientes triste, para que para él sea más fácil identificar su propia tristeza.
- Escucha a tu hijo: es importante que tu hijo sepa que tiene un espacio para expresar sus emociones.
- Abrázalo: es una buena forma de hacer que tu hijo se sienta acogido y libere sus tensiones.
Consolarlo cuando tiene miedo:
- No lo ridiculices: no te rías de los miedos que puede sentir tu hijo, esto solo hará que tu hijo deje de recurrir a ti cuando sienta miedo.
- No lo obligues a enfrentar su miedo: a veces esto va a causar que tu hijo desarrolle un mayor temor, deja que lo trabaje de a poco.
- No le des mucha importancia: si por ejemplo tu hijo le tiene miedo a un perro, no sobre reacciones cuando se ve expuesto a uno.
- Se comprensivo: explícale que todos tenemos miedos, pero también hazle entender porque no debería tenerle un temor exagerado a las cosas.
- Racionaliza: ayúdalo a comprender razones por las cuales no debería tener temor.
Consolarlo cuando se cae o golpea:
- Mantener la calma: muchas veces los niños suelen asustarse más cuando ven que los papás muestran preocupación frente a una caída.
- Que se levante: enséñale que es importante volverse a levantar luego de una caída, al menos que esta sea más grave.
- Preocuparse de la recuperación: si tu hijo se ha hecho una herida, no escatimes en el cuidado, así también le enseñar a preocuparse de su salud.
Un abrazo y un cariño siempre son una buena forma de consolar a tu hijo. Dale el espacio para que pueda expresar sus emociones y así también lo ayudas a comprender como se siente. Evita decirle que debe dejar de llorar o que eso es algo que no debería hacer, mejor enséñale a manejar sus emociones.