La neurociencia ha demostrado los beneficios de la educación parvularia. Además la edad infantil es el momento ideal para el desarrollo de los aprendizajes. En esta etapa el cerebro se encuentra en un estado de adaptabilidad y maleabilidad incomparable con otros momentos.
Los 6 primeros años de vida de las personas son esenciales en su desarrollo y aprendizaje. Se convierten en la base de lo que podrán ser y aprender a lo largo de toda la vida. Cuando se fomentan las condiciones para que los niños jueguen y exploren, ellos aprenden y avanzan en su desarrollo. El juego cumple un rol fundamental, ya que es la forma que tienen de relacionarse con el mundo.
Los primeros años de vida, el cerebro alcanza su desarrollo a partir de la construcción de estructuras cognitivas y afectivas. La maduración del cerebro y del sistema nervioso de los niños dependerá del cariño y cuidado por los adultos. Cuando esto no ocurre, el niño/a corre el riesgo de sufrir daños en las distintas funciones mentales del cerebro.
“Fomentar y promocionar el buen trato en todas las acciones orientadas a niños y niñas menores de tres años es fundamental. ya que éste es el período de mayor vulnerabilidad física, afectiva y cognitiva, donde el niño necesita de mayores estímulos y espacios favorables para su adecuado desarrollo”, explica Iris Vargas, psicóloga infantil.
Los beneficios de la educación parvularia
Una educación parvularia de calidad aporta entregando aprendizajes relevantes para toda la vida. Estos se pueden organizar de diferentes maneras, la más común refiere al desarrollo del pensamiento, el lenguaje comprensivo y expresivo. Para potenciarlos es necesario que las oportunidades que se les otorguen respondan a sus características, necesidades e intereses.
“Un niño que vive la experiencia de la educación parvularia, desarrolla vínculos de confianza sólidos.”afirma Giannina Reyes, Coordinadora de Programas Educativos de Vitamina.
Así, el niño va conociéndose y conociendo a otros, va identificando sus fortalezas y las de los demás. Refuerza su autoestima y el cariño por quienes le rodean. Aprende además a resolver conflictos en formas no agresivas, todo lo anterior le permite confiar en sus propias capacidades.
Adicionalmente, esta es una etapa en que el aprendizaje social es fundamental; sus componentes, organizaciones y dinámicas, son parte de lo que ellos pueden y manifiestan interés por aprender.
Otro pilar fundamental para facilitar el desarrollo de los niños son los padres y educadores. Su participación resulta fundamental en el proceso de aprendizaje de los niños, ya que ellos son los encargados de favorecer y entregar las bases para que los niños tengan las oportunidades de aprender y enfrentar nuevos desafíos al momento de ir al colegio.
Proceso de preparación para la educación escolar
Un niño que ha vivido la experiencia de la educación parvularia adquiere y desarrolla una serie de habilidades que le permiten interactuar con el mundo de forma distinta a la que lo hace un niño que no ha tenido la oportunidad de vivir dicha experiencia. De hecho, hay estudios que indican que los resultados en Matemáticas y Lenguaje durante la enseñanza Básica, de los niños que asistieron a Jardín Infantil, son superiores a los de los niños que no lo hicieron.
En concreto, en el lenguaje, un niño que asiste a Jardín Infantil y que interactúa con modelos de lenguaje desafiantes, desarrollará un lenguaje más avanzado, en comparación con el de un niño al que le “interpretan” todo en su hogar, y que necesita comandos básicos para obtener fácilmente lo que necesita.