La cera del oído es un componente muy importante para la salud auditiva. Esta cumple la función de ser un revestimiento a prueba de agua del conducto auditivo, para protegerlo de los gérmenes que causan infección y además atrapa la suciedad, el polvo y otras partículas que podrían dañar o irritar el tímpano.
¿Se tienen que limpiar los oídos de los niños?
No, no hay que limpiar la cera de los oídos, excepto en algunas excepciones donde quien realice la limpieza será un profesional.
No se debe usar cotonitos ya que estos harán que se introduzca la cera, aumentando el riesgo de infección y de lesión del conducto auditivo externo o el tímpano.
Solo hay que limpiar la oreja con agua y jabón de forma externa, posteriormente secando con toalla de manera suave. El baño y las duchas suelen mantener la cera a niveles saludables, solo preocúpate de secarle bien la oreja a tu hijo para evitar la aparición de hongos o bacterias.
¿Qué hacer en caso de un oído tapado con cera?
A veces se puede producir un taponamiento de los oídos producto de la misma cera que se produce o cuando esta se manipula hacia adentro. Esto produce una reducción de la audición, a veces secándose la cera produciendo la sensación de que hay un objeto en el oído y dentro del conducto auditivo se puede ver el pedazo de cera. El exceso de cera puede hacer que el niño se sienta incitado a frotarse y meterse el dedo en el conducto auditivo.
En este caso debes recurrir a un médico que evalúe la situación y decida si es necesario extraer la cera o no. Este procedimiento suele ser rápido y sin dolor.
Ni los padres ni los niños deben intentar extraer la cera del oído, esto puede ser peligroso para la salud ya que es probable que solo se mueva mas hacia el interior la cera que se quiere extraer.