La alergia es una reacción inmune a agentes que generalmente suelen ser inofensivos. Esto sucede por una reacción desproporcionada frente a elementos como el polen, el polvo o el pasto.
Para poder reconocer alergias en tu hijo pequeño hay que saber reconocer ciertos síntomas comunes.
Síntomas que pueden tener las alergias
La rinitis alérgica es la más común, que se produce durante los cambios de estación, como la primavera. Esta se manifiesta mediante estornudos, congestión y comezón nasal, moqueo, picor en los ojos y nariz, dolor de garganta. Estos síntomas son parecidos a los de un resfriado, pero si duran más de una semana o dos, es porque se trata de una alergia.
La dermatitis es cuando aparecen ronchas, urticaria, erupciones cutáneas o enrojecimiento de la piel que puede ser causada por polen, polvo o picaduras, pero también ciertos alimentos o medicamentos pueden desencadenar esta reacción alérgica.
También una alergia se puede manifestar con tos persistente, mucosidad excesiva, pitidos al respirar, sensación de ahogo e insuficiencia respiratoria. En este caso es mejor recurrir al centro médico más cercano, ya que puede convertirse en problema para respirar.
Cómo evitar y prevenir las alergias
Las alergias son provocadas por factores genéticos y hereditarios. Si los dos padres tienen alergias, existen por lo menos un 50% de probabilidades de que el niño desarrolle una alergia. Pero la lactancia materna puede servir como medida preventiva en caso de haber predisposición alérgica.
Para disminuir la probabilidad de una reacción alérgica, evita la exposición al polvo. En caso de saber la causa de la alergia, evitar el contacto con esos alérgenos, como con el pasto o el polen. Y si esto es necesario y lo determina un médico, ciertos medicamentos pueden servir como tratamiento preventivo.
Una vez diagnosticada la alergia hay que seguir el tratamiento recomendado por un especialista y tratar de evitar que en el entorno donde se desenvuelva el niño haya riesgo de una reacción alérgica.