Hasta hace un tiempo, ver a una guagua o un niño con lentes para el sol era anecdótico y divertido. Pero cada día es una escena más común. Y por una importante razón: los ojos de los niños son más sensibles que los de los adultos a la radiación solar, sobre todo en épocas de verano cuando el sol es más fuerte y los niños juegan más al aire libre.
¿Cuándo deben usar lentes de sol los niños?
La recomendación es que guaguas y niños usen solo cuando estén expuestos por muchas horas al sol, como por ejemplo, un día en la playa o en el campo.
No se aconseja que los usen siempre, ya que es importante que la luz entre en el ojo para que las células de la retina del fondo del ojo se vaya desarrollando, acostumbrándose de forma paulatina a la luz solar.
Si abusamos del uso de los lentes de sol, podría generarse fotofobia. La fotofobia es una alta sensibilidad a la luz, ya sea solar o artificial y puede provocar visión borrosa además de mucha incomodidad.
¿Qué lentes de sol elegir para tus hijos?
Antes de llegar y comprar cualquier anteojo infantil para el sol que pueda hacer más mal que bien en la salud visual de tus hijos, sigue estas recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría:
- Busca anteojos de sol que bloqueen u ofrezcan una protección del 99 % y más frente a la radiación UV-A y UV-B, c
- Que calcen bien, cubran toda la zona entre las cejas y la mitad de las mejillas, y tengan un diseño envolvente que se extienda hacia las orejas.
- Deberían una etiqueta o calcomanía en los anteojos de sol que indique protección total contra rayos UVA y UVB.
- Ojalá que sean de un material duradero como el policarbonato para que resista golpes y no se convierta en un peligro en caso de caída.