Los niños pequeños funcionan mejor con horarios estructurados. Anhelan la previsibilidad, sabiendo lo que sucederá, porque les da una sensación de control. Una rutina predecible permite a los niños sentirse seguros y desarrollar un sentido de dominio en el manejo de sus vidas.
Pequeños opositores y comprensión del día día
Los niños pequeños son famosos por ser opositores, pero los niños que entienden la rutina, en lugar de sentirse presionados por lo que parece ser una circunstancia arbitraria, tienen más probabilidades de cooperar. Crear una rutina regular es una forma esencial de darles a los niños la seguridad de saber “lo que sucede después” en su día.
Las rutinas también desarrollan la corteza prefrontal, la parte de planificación y función ejecutiva del cerebro, a medida que los niños aprenden que las cosas suceden en un cierto orden durante el día.
Tener un plan para el día también puede ser importante para los adultos que cuidan a los niños. Es cierto que muchos de nosotros amamos la libertad de decidir de improviso qué viene después, y a veces esa es la base de la creatividad. Pero eso funciona mejor cuando nosotros decidimos qué reglas romper.
Cuando la rutina no funciona: crear un calendario personalizado
¿Eso significa que “forzamos” a los niños a una rutina que no funciona, o los mantenemos en un horario rígido? Por supuesto no. La rutina de un niño necesita mucha flexibilidad para poder realizar algunas de sus tareas más importantes: la exploración y la experimentación.
Si deseas un niño que pueda sentir alegría, debes dejar que aproveche esas oportunidades de diversión fuera de la rutina.
Para ayudar a tu hijo a desarrollar un sentido de su “rutina”, te recomendamos crear un “Cuadro de rutina o un calendario”. Hay muchas maneras de hacer esto, pero básicamente es solo un póster con fotos de tu hijo haciendo sus actividades habituales.
Simplemente toma fotos que representen la rutina diaria de tu hijo (despertarse, ir al baño, vestirse, desayunar, ayudar en casa, colación, jugar, comer, dormir siesta, etc.).
Puedes escribir las palabras al lado de la foto. A algunas personas les gusta organizar las fotos en un círculo como un reloj, pero los niños pequeños piensan que el tiempo es más lineal, por lo que es posible que el reloj no ayude a tu niño tanto como una simple línea de tiempo. Simplemente organice las fotos en una cartulina en el orden en que generalmente ocurren. Es bueno usar velcro en lugar de pegamento, para permitir cambios de horario, y en caso de que necesite intercambiar “siesta” por “Visitar a la abuela”.
A los niños les encantan los calendarios de rutina, porque pueden hacerse cargo de sí mismos. Les da la oportunidad de sentirse menos controlados y dominar su día a día.
Un niño que se hace cargo de su rutina temprano aprende responsabilidad y se convierte en un emprendedor a temprano.