Los bebés al nacer apenas pueden distinguir formas a su alrededor, pero poco a poco su vista va desarrollándose y empiezan a ver mejor.
Alrededor de los 6 meses ya pueden ver mejor lo que los rodea y empiezan a desarrollar la visión periférica, por lo que es un buen momento para ayudarlos con estímulos visuales. Así podrán relacionarse de mejor manera con el entorno, cuando ya empiezan a gatear y se preparan para caminar.
Los estímulos visuales
Para estimularlos visualmente puedes realizar distintos juegos y actividades que permiten un desarrollo adecuado de la visión y además puedes monitorear como va este sentido.
Globos de colores:
Para esta actividad hay que atar, con mucho cuidado, dos globos de colores distintos a cada muñeca del bebé, enseñándole que cuando mueva sus manos estos globos también se moverán. Así se entretendrá moviendo sus brazos y observando cómo se mueven los globos.
Libros con imágenes:
Puedes utilizar libros que relacionen la imagen que ven con un sonido específico, como por ejemplo de animales. También puede ser cualquier libro que contenga imágenes, donde se lo puedas mostrar al bebé explicándole el contenido de las ilustraciones. Es una actividad divertida para realizar con tu hijo.
Pinza con la mano:
Coloca objetos cerca de tu hijo que le llamen la atención, para que así se sienta inclinado a tomarlos con la mano como pinza. Así, además de ser un estímulo visual, puede desarrollar la motricidad fina.
Jugar frente al espejo:
Esto permite que se descubra a sí mismo, relacione sus movimientos con su reflejo y estimule su visión. Puedes dejarlo acostado frente a este, para que gatee y se vea a sí mismo.
La mejor estimulación visual para tu hijo es la interacción que puedas mantener con él, muéstrale objetos y juguetes, cuéntale de las cosas que ve y déjalo experimentar.
