¡Pocas cosas hay más educativas, estimulantes y divertidas que el juego! Jugar con otros es parte fundamental del desarrollo infantil y de otros procesos que hoy te explicaremos en detalle.
Jugar es una actividad innata y esencial. Por medio de él nos conocemos y aprendemos del mundo que nos rodea.
10 cosas diferentes que ocurren en paralelo cuando los niños juegan
1.- Activa la función cerebral:
Al jugar se reduce la ansiedad y se regula el estado de ánimo con la producción de serotonina.
2.- Proporciona un estado de calma:
Se mantiene un estado de calma y de felicidad con la producción de encefalinas y endorfinas. Y éstas, en conjunto con la dopamina que impulsa la imaginación, crean el estado perfecto para la creatividad.
3.- Posibilita el aprendizaje:
La exploración y el juego posibilitan el aprendizaje, ya que en la medida que la niña y niño descubre, va aprendiendo de esas experiencias, Su cerebro genera millones de conexiones neuronales nuevas.
4.- Enseña cómo resolver problemas:
El juego de exploración implica resolver problemas, manipular, explorar y ganar control sobre una actividad. De este forma el niño aprende que él mismo puede controlar el proceso y el resultado de toda actividad.
5.- Promueve la actividad física:
La mayoría de los juegos infantiles incluyen moverse. Saltar, correr, escalar, esconderse… todas excelente formas de hacer actividad física. Así, el juego contribuye de forma positiva en la salud y en el desarrollo muscular del niño. Mejorando el control motor y su coordinación entre la vista y el tacto.
6.- Potencia la imaginación:
Al jugar, hacer ejercicio físico y pasar momentos agradables, se liberan dopaminas. Esta hormona influye en procesos cognitivos que impulsan la imaginación y la creación de imágenes
7.- Promueve la colaboración:
Muchos tipos de juegos son colaborativos. El trabajo en equipo se aprende en la práctica. Y el juego de roles y simbólico es perfecto para que los niños aprenden a colaborar.
8.- Desarrolla la empatía:
El juego simbólico los ayuda a tener una mejor idea de lo que es real y lo que no lo es, les permite experimentar los sentimientos y las emociones de otros, y ser sensibles al impacto que sus acciones tienen en la gente que les rodea.
9.- Ayuda a establecer lazos sociales:
El juego une, de eso no hay duda. Pueden haber niños que no sean amigos, pero que al encontrarse en la plaza y ser parte del mismo juego, se convierten instantáneamente en compañeros de aventuras.
10.- Fortalece lazos existentes:
Cuando los seres humanos juegan, se establece una relación de cariño entre los miembros de la familia, creando experiencias y sentimientos positivos que nunca se olvidarán.
En resumen, cuando los niños juegan potencian sus capacidades cognitivas, sociales, emocionales y lingüísticas. ¡A jugar!