Desde que nacen, los niños van aprendiendo cada día algo nuevo, experimentando con el entorno y desarrollando sus capacidades. Los primeros 1000 días son donde el cerebro se desarrolla rápidamente, es por ello, que se les debe entregar aprendizajes variados entre el primer y segundo año de vida.
Así es como el cerebro adquiere el aprendizaje:
Entre los 1 y 2 años el cerebro va generando rápidamente sinapsis, que son conexiones neuronales que contienen información. Estas conexiones transmiten señales al cuerpo, controlando los movimientos, los pensamientos, las emociones, la memoria y el lenguaje.
Estas sinapsis se van generando por medio de las experiencias que el niño vive en cada momento, desarrollando grandes cantidades de conexiones. Las conexiones que se usan con frecuencia se consolidan y permanecen en el niño, las que no, se pierden. Es por esto que es importante la repetición y el reforzamiento de actividades y acciones para que el niño pueda aprenderlas de forma permanente.
El desarrollo de la cognición significa aprendizajes como:
- La percepción de uno mismo.
- La concentración en un objeto o actividad.
- Entender e interactuar con su entorno.
- Comprender la relación entre objetos, como una cuchara con un bol.
- Resolver problemas sencillos, como encajar objetos.
Acciones que le permiten aprender:
- Por exploración: con todos sus sentidos (tocando, oliendo, sintiendo, observando, escuchando).
- Por experimentación: probando diferentes acciones, por medio del ensayo y error.
- Por repetición: realizando una acción una y otra vez.
- Por imitación: copiando a las personas que lo rodean.
El rol del adulto es facilitar el vínculo que tiene el niño con el entorno, acompañándolo en su aprendizaje y reforzándolo. El adulto es el que puede ofrecer oportunidades para que el niño interactúe con elementos que desarrollen su cognición.
Cómo favorecer el aprendizaje:
- Seguir sus señales: nombrar el objeto o acción de su interés, preguntándole por el. Hablándole de lo que sucede y respondiendo verbalmente a sus acciones.
- Introducir nuevos conceptos: hablándole de todo lo que hay en el entorno, de las cosas que suceden en él, sus usos e introduciendo nuevas palabras en su vocabulario.
- Jugar: este es el principal medio por donde el niño aprende, esto se puede potenciar proponiéndole retos y problemas a resolver de acuerdo a sus intereses y etapas de desarrollo. Como por ejemplo: el armar un puzle o encontrar algo escondido.
- Reforzar positivamente los intentos y avances del niño: verbalizando sus logros y alentándolo a seguir aprendiendo; con foco en el proceso y no en el resultado.
Entonces, el rol del adulto es ir acompañando al niño en este desarrollo, prestando atención a las interacciones que tiene con el entorno y potenciando el aprendizaje que adquiere.