Comerse las uñas o morderse los dedos es un mal hábito muy común tanto en niños como en adultos. Una acción inconsciente que se realiza por aburrimiento, estrés, ansiedad e incluso por imitación. Generalmente, la mayoría de los niños que se comen las uñas dejan de hacerlo, pero muchas veces pueden mantener este hábito al crecer.
A pesar de que se trata de una acción común, podría traer problemas médicos si los niños se hacen heridas que puedan infectarse y requerir un tratamiento antibiótico. O también podría enfermarlos si al llevar sus manos a la boca ingresan a su organismo algún patógeno.
Según la doctora Cindy Gelldner de la Universidad de Utah, no existe un remedio para curar este mal hábito. Pero la experta entrega una serie de consejos útiles para ayudar a que nuestros hijos dejen de morderse las uñas:
- Conocer la causa: Observa los momentos en que tus niños lo hacen, pues esto podría dar luces de situaciones que les generan estrés o ansiedad.
- Uñas cortas: Para reducir la tentación, intenta mantener las manos de tus hijos con las uñas cortas.
- Nunca castigar: Retarlos no ayudará en nada, sólo podría aumentar el estrés o la ansiedad que los lleva a hacerlo en primer lugar.
- Distracciones: Cuando identifiques el momento en que los niños se llevan las manos a la boca, intenta entregarles un distractor como zanahorias en palitos o algún snack saludable que les guste.
- Celebra los progresos: Si tus hijos están expresamente intentando dejar de morderse las uñas, entrégales palabras positivas e incluso un premio cuando existan mejoras.
Este es un hábito que vale la pena romper, pero que debe ser llevado con mucho cuidado para no hacerlos sentir mal al respecto. Es importante hacerlos conscientes de lo que están haciendo (puede que no se den cuenta), y explicarles con gentileza las consecuencias que esto podría traer, como las infecciones y las bacterias. Y por último, recuerda ser paciente, los hábitos no son fáciles de romper.
Si la situación se vuelve más grave, constante y con consecuencias físicas como sangrados o infecciones, debes recurrir a ayuda de médicos especialistas. Ocasionalmente, morderse las uñas es una manifestación de un cuadro ansioso o problemas de atención que deben ser tratados por un profesional de salud mental en niños.