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Cómo conectar con tu hijo cuando está muy enojado

El enojo es una emoción sumamente cotidiana, que sentimos a lo largo de toda nuestra vida desde la infancia. Un estado difícil de manejar, que requiere una serie de habilidades emocionales para lograr controlarlo. Aún más desafiante puede ser manejar el enojo de un tercero, especialmente cuando se trata de niños pequeños que están aprendiendo a relacionarse con las emociones.

Aprender a lidiar de manera saludable con el enojo, la frustración y otras emociones negativas, es una herramienta que podemos regalar a nuestros hijos y que tendrá impactos positivos en su vida. Pero se trata de un proceso que requerirá de tu paciencia cuando ellos estén frente a ti.

Aquí te entregamos 2 consejos iniciales de lo que no debes hacer en estos momentos:

  1. No los desafíes: agregar más bencina al fuego, sólo hará que el incendio sea más grande. Si tu hijo está enojado, no respondas también de forma desafiante; mejor espera pacientemente a que se calme.
  2. No te rindas: Si buscas complacer inmediatamente a tu hijo para que no se enoje entregándole aquello que desencadenó la pataleta, entonces aprenderá que las rabietas son una medida efectiva para lograr lo que quieren. 

Si eso es lo que no hay que hacer, ahora podemos explorar aquellas acciones que sí podemos realizar frente a un hijo enojado para conectar con ellos y con sus emociones:

  1. Valida los sentimientos de tus hijos: Busca empatizar con su emoción, a pesar de que te parezca errónea o irracional. Esto los hará sentir comprendidos y escuchados, y podría ayudar a que su frustración no aumente.
  2. Conversar: Una vez ya superado el episodio, conversa con ellos acerca de lo sucedido, de las causas y las reacciones. Esta podría ser una instancia de educar a nuestros hijos sobre sus emociones y cómo manejarlas mejor en el futuro.
  3. Salir de la situación: Otra estrategia para lidiar con el enojo de nuestros hijos, es moverlo del lugar donde se ha originado su emoción. Llevarlos a otra habitación o a tomar un paseo al aire libre, podrá ayudarlos a calmarse y superar lo sucedido.
  4. Ejercicios de respiración: Si es posible, invítalos a respirar profundo para ayudarlos a calmarse. Acuéstalos en el suelo mirando hacia el cielo, con sus brazos formando una T. Puedes colocar su peluche favorito en su estómago e indicarles que inhalen y exhalen por la nariz, viendo cómo se eleva cuando inspiran.

Es importante recordar que los niños actúan por imitación, es por eso que la actitud que tomemos como padres o cuidadores cuando estamos enojados es muy importante para su desarrollo.

Si ellos ven que perdemos el control cuando ocurren situaciones que nos enfadan, probablemente harán lo mismo. Puedes aprovechar estas instancias para verbalizar tus emociones y tus estrategias para manejarlas, y así ellos aprenderán del ejemplo.