Suele suceder que las madres se vuelquen al cuidado de sus hijos, a veces dejando de lado el autocuidado. La maternidad tiene mucha culpa, cuando uno es mamá la culpa aparece por todos lados: “soy muy permisiva, o soy muy estricta, no debiera haberle dicho eso, o debiera haber estado más tiempo con él, etc.” Pero nos cansamos, y reconocerlo es el primer paso para el autocuidado.
Debemos tener claro que el bienestar de la madre es esencial para el bienestar emocional de toda la familia. Es por ello, que acá te contamos porqué debes practicar el autocuidado y los beneficios que puede traerte no solo a ti como madre, si no a tus hijos también.
La importancia del autocuidado en la maternidad
- El autocuidado te ayudará a poder cuidar mejor a las personas que te rodean, si tu estás bien se refleja eso en tu día a día.
- No sientas culpa por necesitar tiempo para ti misma, cuidarse a uno mismo no es egoísta, es algo necesario para que puedas ejercer la maternidad de manera enriquecedora.
- Cuidarse es tomar decisiones que te hagan feliz y dejar de preocuparte tanto de los “debo que” y enfocarte más en los “quiero”.
- El autocuidado es aceptarse con imperfecciones y todo, aceptar que a veces se cometen errores y aprender de ellos.
Recomendaciones para el autocuidado
- Conecta con lo que te da placer: puede ser hacer deporte, leer un libro, salir a tomar algo con amigas o ir a caminar por el barrio. Para cada una es algo distinto, pero es importante que encuentres tiempo todos los días para hacer algo que te de placer.
- Aprende a delegar tareas: a veces es difícil dejar que otros hagan cosas que puedes creer que tú haces mejor, pero a medida que vas delegando puedes aprender a soltar algunas aprensiones.
- Organízate para que alguien te de apoyo: recurre a alguien que pueda ayudarte a tener una hora al día para hacer algo que te de placer. Puede ser alguno de tus padres, tu pareja, algún amigo, alguien de confianza.
- Busca herramientas de autocuidado: Expresa siempre lo que sientes, como madre es bueno dar a conocer las emociones que estamos sintiendo a nuestros hijos. Ejemplo: “hijo hoy me siento cansada y un poco triste,, me haría sentir mejor si me abrazas y me ayudas con las tareas de la casa”. Las emociones existen, si te las guardas o no se canalizan de buena forma, nos enferman.
Deshecha la culpa y recuerda que el hacer cosas que te llenen permite cuidarte a ti misma, lo que a la vez permite que cuides mejor de los que te rodean. Busca formas de tomarte un tiempo todos los días y conectar contigo misma para poder satisfacer tus necesidades físicas y emocionales.