La etapa de los dos años, famosa por la conducta que muestran los niños a esa edad, destaca por la búsqueda de la autonomía del niño. Acá es donde están afirmando su individualidad y su independencia por medio de la oposición. A esto se debe ese comportamiento que parece siempre llevar la contraria del padre o madre.
Es también una etapa donde tienen una visión egocéntrica del mundo. Todavía no pueden entender el punto de vista de los demás, por lo que todo gira en torno a ellos y no comprenden porqué no siempre pueden obtener lo que desean.
En la etapa de los 2 años es importante poner límites con amor. Revisemos algunas conductas que puedes esperar si tienes hijos en esta edad.
Comportamientos habituales en los niños de 2 años
- Explora los límites: le encanta el desafío y se opone a lo que le ordenas o intenta hacer lo contrario. Busca dónde están los límites de lo que puede o no puede hacer.
- Curiosidad: le gusta explorar su entorno, experimentando con todo lo que le rodea. Pero no tiene conciencia del peligro, por lo que hay que estar vigilando su comportamiento para evitar accidentes.
- Egoísmo: su visión está centrada en el “yo”. Es posesivo y “egoísta”, por lo que siempre desea obtener lo que quiere y le cuesta reconocer el esfuerzo de los otros…. y es absolutamente normal.
- Le gusta la repetición: el niño aprende y entiende por repetición e imitación, por lo que suele repetir varias veces algo que le gustó. También suele repetir el comportamiento para ver las consecuencias de éste. Es importante mantener siempre los mismos límites para que los aprenda de esa forma.
- Responde preguntas concretas: el niño se siente perdido si se le hace una pregunta muy amplia, por lo que suele no responder a ese tipo de interrogantes. Pregúntale cosas concretas par poder entablar una conversación con tu pequeño.
Es necesario tener paciencia con los niños de 2 años (y con todos!), ya que están pasando por una etapa importante de autoafirmación e independencia. Hay que preocuparse de ponerle límites y normas, pero sin excederse en la cantidad, siempre teniendo presente la empatía y buen trato con el niño.