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¿Cómo lograr que los niños te hagan caso cuando les pides algo?

Una de las frases más comunes entre madres y padres es “mi hijo no me hace caso”. Cuando le pedimos a un niño, que haga o no haga algo, le estamos demarcando un camino.

Obedecer una orden implica que los pequeños puedan dejar de lado sus propios deseos, tolerar esa frustración y ejecutar la conducta que el otro, le está pidiendo que haga. Cuando se explica así la verdad es que no suena tan fácil, ¿cierto?

Cuando los niños descubren los límites

Cuando los niños aprenden a controlar sus esfínteres, cerca de los 18-24 meses, comienza una linda etapa en la que descubren su capacidad de independencia de sus cuidadores. ¡Imagina el gran paso de poder decidir cuándo hacer sus necesidades!

Desde este momento comenzarán los primeros “no” y su exploración de cómo sus actos afectan su entorno, cómo cambian las cosas en función de sus decisiones y sin duda, qué pasa si no le hace “caso a sus papás”. Y ojo, que las reacciones de los padres ante estas pequeñas transgresiones irán condicionando sus comportamientos futuros.

Revisemos algunos tips para que los niños “hagan caso”

Ser claro

A veces el mejor consejo es olvidarse de los discursos largos y ser claros. Hay momentos y momentos, si vas saliendo apurado no es buena idea explicar tanto alguna decisión que hayas tomado. Ahorra los discursos elaborados para cuando tu hijo necesite de un apoyo más profundo. Cuando necesites obtener una respuesta rápida, sé claro y específico.

Conecta y personaliza

 A veces parece que tu hijo no quiere hacer lo que le pides simplemente porque no puede procesar bien lo que dices. En lugar de esperar una atención completa, prueba a decirle que deje de jugar por unos minutos para que te pueda escuchar. Ahora, explícale lo que sucede mirándolo a los ojos, usando su nombre y preguntándole si te ha entendido cuando termines.

Siempre disciplina positiva

En lugar de centrarte en lo que no quieres que tu hijo haga dale importancia a lo que si te gustaría que hiciese. Cuando actúe adecuadamente, expresa tu emoción con palabras y actos.  Después, hazle saber porqué estás tan contenta (“estabas enojado, pero decidiste decirlo en lugar de pegar”). Finalmente, añade algún gesto físico, como un abrazo o high five.

Explicar la causa-efecto

Cuando tu hijo se niegue a ponerse un polerón y después se queje de que hace frío, simplemente cuéntale cómo las prendas de ropa que no quiso ponerse le habrían ayudado. La próxima vez que no quiera ponerse una chaqueta o gorro, recuérdale lo que pasó la última vez.

Alternativas

A los niños les reconforta sentirse en control (a quién no?). Así que, en lugar de preguntarle si puede recoger los juguetes, donde realmente solo hay una posible respuesta, proponle diferentes opciones incluso si no hay una diferencia grande entre ellas. Dile, por ejemplo, “por favor recoge esos dos juguetes o esa caja cerca de la cama”. De esta manera evitas recibir un “no” directo.

Descubre nuestro Jardín Infantil y Sala Cuna en Alameda¿Qué puedo hacer si mi hijo se hace un chichón con un golpe?